jueves, 13 de junio de 2013

¡NOS ESTAN SACANDO LA PIEDRA!


El extractivismo minero en Cundinamarca y Bogotá

Por: Red Juvenil Itoco
Cantera Ciudad Bolívar (Bogotá)
El tema de la minería usualmente ha sido tratado en zonas alejadas del centro del país y asociado a conflictos que afectan directamente a poblaciones rurales. El departamento de Cundinamarca, a pesar de no figurar permanentemente en los escándalos cada vez mas comunes sobre minería (pese a que si los hay en este territorio), atraviesa por una profunda problemática en torno al tema de la extracción de minerales.

En el departamento de Cundinamarca, según el ministerio de minas y energía hay un total de 1.125 títulos mineros, legales, que se distribuyen, según el material explotado así:

Mineral
Títulos
Materiales de construcción
394
Carbón
291
Arcilla
226
Esmeralda
102
Hierro
20
Material de arrastre
15
sal
9
otros
68

Además de ello, según el mismo ministerio, existen otras 1.321 solicitudes de explotación sin pasar revista sobre los graves daños ambientales que ha generado dicha actividad productiva en el departamento. Entre otras y sin consideraciones de tipo social, según el ministerio de Ambiente, 82 de dichos títulos están ubicados en zonas de reserva forestal y en paramos, las regalías que dejan a los municipios son irrisorias y el daño ambiental causado es irreparable.

El departamento de Cundinamarca viene siendo explotado, tal y como se puede observar en la tabla de títulos mineros, principalmente para la explotación de material de construcción: un proyecto de desarrollo basado en el cemento tiene que extraer de algún lugar las materias primas y se ha encontrado en el departamento una buena reserva.

¿cuánto nos cuesta el progreso? Se pregunta la red de comunicación regional Bogotá-sabana, y la pregunta no es menor: mas allá de los balances entre aumento del PIB gracias a la minería, la generación de empleos y los mínimos impuestos que se le cobran a las empresas mineras, existe una problemática mucho mas profunda que tiene que ver con las afectaciones eco-sistémicas  que supone la explotación minera y el costo social que ya está cobrando.

“La excesiva explotación de las canteras trae un impacto ambiental alto, debido a la perdida de las montañas y los cambios climáticos que esto representa ya que si las montañas no están, cambiará el orden natural de las lluvias; el cambio del cauce natural de riachuelos y quebradas ocasionan inundaciones. Cual si esto fuera poco, tambien genera el desplazamiento de miles de familias que habitan estos territorios, familias que en una porción considerable ya han sido desplazadas de otras regiones del país.”[1]

La idea de aumentar la productividad a costa del daño ambiental y social es una caracteristica propia del capitalismo y es por esto mismo que la solucion a los problemas ambientales, sociales y a las consecuencias de la explotacion minera, no podrá darse en el marco del mismo capitalismo, es necesaria y urgente otra forma de producir la sociedad, pero esta tendra que ser gestada, no por los gobernantes que defienden a las multinacionales y su saqueo, tendran que parirla quienes han sufrido los daños: los obreros y obreras, los campesinos, campesinas, indigenas, estudiantes, maestros y las gentes mas humildes y explotadas.
¿mineria en bogotá?
Pareciera un chiste de mal gusto que una serie de empresas mineras realizaran una explotación inadecuada, torpe y ambiciosa generando unos huecos enormes de mas de cuarenta metros de profundidad en medio de una ciudad de mas de ocho millones de habitantes. que un rio que pasa por allí en una de sus crecientes halla inundado dichos huecos llenándolos de agua que estancada y con el tiempo empieza a generar un olor fétido que afecta a las poblaciones aledañas y que para colmo, las empresas responsables demandaran al gobierno de la ciudad por todo ello. No es cuento, esto pasa en Bogotá.

Al sur de la capital existen 107 canteras que explotan material para construcción, de ellas solo 7 están autorizadas para realizar tal actividad productiva. A mediados de la década de 1940 inició la explotación liderada por Cementos Samper sobre la cuenca del rio Tunjuelo al sur de la ciudad de Bogotá, cuando esa zona se encontraba desprovista de población.

Conforme el valor del suelo fue en aumento, las gentes mas humildes, que llegaban a la ciudad producto la situación de guerra o económica que vivía el campo, se ubicaron en dichas zonas, alejadas de la ciudad y en condiciones lamentables. Poco a poco la urbanización creciente hizo que tal como la fotografía muestra, la explotación de minerales quedara en medio de los barrios.

Tres compañías pisan actualmente el suelo y continúan explotando este territorio: Cemex (Cementos Mejicanos), Holcim (Multinacional Suiza) y la fundación San Antonio (propiedad de la arquidiócesis de Bogotá). Los procesos productivos llevados a cavo por estas compañías, al borde del rio Tunjuelo, hicieron que en el 2002, en una época de lluvias, el rio se desbordara inundando mas de 600 casas. Para prevenir una crisis mayor, el acueducto autorizó romper los jarillones y desviar el cause del río inundando las cárcavas, unos huecos enormes que las compañías mineras realizaban para extraer el material de construcción.

Hoy, diez años después, el agua que inundó dichos huecos sigue allí y mantiene no solo ratas e insectos que transitan entre las cárcavas y los barrios populares de su alrededor, sino que además desprende un olor fétido que puede y esta generando daños a la salud de la población circundante.

Pero no solo los huecos enormes de los que hablamos tienen a la población sufriendo las consecuencias de la explotación minera; El 20 de mayo de 2009 en horas de la madrugada, una remoción de tierra que provenía de la mina Tunjuelo, propiedad de la multinacional Cemex, arrastró unos dos millones de metros cúbicos de tierra. Dada la cercanía que tiene la mina de los barrios populares circundantes, el fenómeno logró afectar el área urbana generando una remoción de los suelos sobre los cuales se encontraban las casas de los habitantes del barrio Villa Jakie,  y tuvieron que ser evacuadas de la zona 100 familias de 82 predios. La explotación minera acabó con el barrio.

Entre muchas otras y sin contar con las pésimas condiciones laborales de obreros que son contratados como mano de obra barata y con contratos flexibles…  de este talante son las consecuencias de la explotación minera en Bogotá y Cundinamarca; existen una cantidad importante de pleitos jurídicos pero las políticas en materia de minería las hacen los abogados que antes o después tienen un cargo importante en alguna de las mismas multinacionales que explotan estos suelos. Una vez mas son la dignidad y voluntad de las personas organizadas las únicas que pueden ponerle fin a los dramáticos efectos de la explotación minera en Bogotá, Cundinamarca y el país.
Explotación minera en el sur de Bogotá



[1] Red Juvenil Itoco-Documento de trabajo, recorrido por el sur de Bogotá (cuenca del rio Tunjuelo)

No hay comentarios.:

Publicar un comentario